El asesinato de Larisha Sharrell Thompson, una madre de 40 años en Carolina del Sur (EEUU), ha conmocionado a muchos en el país y agudizado el intenso debate sobre la seguridad y la inmigración.
De acuerdo con lo reportado por las autoridades locales, el crimen ocurrió el pasado 2 de mayo, cuando Thompson fue encontrada sin vida dentro de su vehículo en Riverside Road, tras recibir un disparo mientras conducía para reunirse con amigos.
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Lo que se detalló, es que las autoridades detuvieron a seis migrantes indocumentados, cuyas edades oscilan entre los 13 y los 21 años, por su presunta participación en el homicidio.
Según el sheriff del condado de Lancaster, Barry Faile, los sospechosos intentaron abordar el carro de la víctima con la intención de robarlo.
Al encontrarlo cerrado, uno de ellos disparó, causando la muerte de Thompson.
Los detenidos han sido identificados como Asael Aminadas Torres Chirinos, de 21 años; Jarby Ardon Ramos Odari, de 18; Jeyson Sobied Pineda Salgado, de 17; y tres adolescentes de 13, 14 y 15 años, cuyos nombres no han sido revelados por ser menores de edad.
Las investigaciones han revelado, que los acusados, también están vinculados con un robo ocurrido el pasado 30 de abril en una tienda local.
En ese incidente, intentaron forzar la entrada, dispararon contra una cámara de seguridad y finalmente accedieron al establecimiento a través de un baño trasero.
Los casquillos recuperados en la escena del crimen coinciden con los encontrados en el lugar del robo, lo que refuerza la conexión entre ambos delitos.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió órdenes de detención contra los seis acusados. Esto podría derivar en su deportación si son liberados en algún momento del proceso judicial.
Sin embargo, las autoridades locales han expresado su intención de mantenerlos bajo custodia hasta que enfrenten la justicia.
“La comunidad está hoy más segura”, afirmó el sheriff Faile. Destacó el impacto del crimen en la familia de la víctima y en la sociedad en general.
En paralelo, este caso reavivó el debate sobre la inmigración y la seguridad pública en Estados Unidos. Mientras algunos sectores exigen medidas más estrictas para controlar la entrada de migrantes indocumentados, otros advierten sobre el peligro de generalizar y estigmatizar a comunidades enteras.
